Masajes, mitos y realidades

«Verdaderamente son pocos los que saben de la existencia de un pequeño cerebro en cada uno de los dedos de la mano, en algún lugar entre falange, falangina y falangeta.» José Saramago

Este pequeño cerebro es el que reclaman el cuello, la columna, los hombros, los omóplatos, los muslos y los gemelos cuando se contracturan; es decir, cuando sufren un repentino encogimiento persistente, involuntario y molesto.

Es entonces cuando las manos del fisioterapeuta recorren el músculo hasta dar con el nudo, normalmente una diminuta protuberancia bajo la piel, que al presionar provoca un ruido apenas perceptible, como un crack. Mientras, las manos van hablando.

Es el mejor premio que puede recibir un músculo o cualquier articulación después de un entrenamiento como modo de compensar su desgaste, y sirve también de desahogo para aquellos tejidos que han intervenido en el esfuerzo, como el corazón y los pulmones. Un masaje así es un clásico en la medicina. Fuera de él abunda, cada vez más, el intrusismo de terapias y multitud de mitos y leyendas milenarias.

MITO 1

Un señal de que has recibido un buen masaje es el dolor al día siguiente.
Verdad:
El dolor no indica de que has recibido un buen masaje. Algunas personas estarán bastante adoloridas después de su primer masaje si han llevado una vida sedentaria por mucho tiempo. Otra razón es que el masajista trabaje muy profundamente los músculos para romper las cadenas de ácido láctico o puntos gatillo de su cuerpo, o también si el cliente no ha bebido suficiente agua.
Pero si recibes masajes regulares, es probable que no se sienta dolor al día siguiente.

MITO 2

Mientras me sienta bien, no hay necesidad de beber agua después de un masaje.
Verdad:
El agua potable después de un masaje es importante y reduce el dolor.
Una forma de aumentar sus probabilidades de no estar adolorido al siguiente día es el que incremente su consumo de agua después del masaje. Esto ayuda a mover y eliminar los productos de desecho de su cuerpo debido a la acción del masaje
Tampoco se debería beber ni fumar después de recibir un masaje, debido a que el masaje aumenta la circulación sanguínea, y el alcohol y la nicotina tienen un efecto más fuerte después de un masaje

MITO 3

Si usted está embarazada, usted no debería recibir un masaje.
Verdad:
El masaje es perfectamente seguro en todos los trimestres del embarazo normal, y realmente puede ser de gran ayuda. No hay puntos en el cuerpo que puedan desencadenar un parto si se tocan. En los embarazos normales, es perfectamente seguro. Y sienta de maravilla, es relajante para la madre y para el bebé.

MITO 4

Tiene que doler para ser efectivo.
Verdad:
Nada puede estar más lejos de la verdad.
Por supuesto, es necesario distinguir entre el dolor y el malestar. Se puede sentir incómodo, pero nunca debe salir dolorido; especialmente en los masajes de tejido profundo.
Si su masajista le está infligiendo dolor, comuníqueselo de inmediato. Muchos de los clientes asumen que un masajista sabe cuándo les duele, pero esto no es así; hay que decírselo.

MITO 5

Mi masajista no me preguntó al respecto, así que no es necesario tocar el tema.
Verdad:
Dígale a su masajista acerca de sus antecedentes médicos personales, incluyendo condiciones médicas, cirugías y medicamentos.
La revelación de su información médica es muy importante. Si usted tiene una enfermedad del corazón, si usted está tomando antidepresivos, si tiene metal en su cuerpo, si se toma un calmante para el dolor una hora antes de la cita, etc.
Esta información nos ayuda a que el masaje se adapte a sus características personales.
Incluso si su masajista no se la pide, debe darle una breve información sobre su historia médica antes de comenzar el masaje.

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